En la organización de boda nos gusta cuidar cada detalle.
Hoy os contamos la historia de una de nuestras parejas, amantes de la naturaleza y deportistas, que se conoció en la montaña. Este sería el hilo conductor de la historia que contaríamos el día de su boda.
Lugar de celebración de su boda
Fue durante uno de sus habituales entrenamientos, entre senderos por la montaña y miradas de complicidad, donde se robaron mutuamente el beso que nunca contaron.
Su historia debía transcurrir entre montañas, donde se sentían cómodos.
Después de visitar varios lugares de celebración, se decantaron por un caserío del siglo XVII en el valle de Atxondo, en las faldas del Amboto. El restaurante Akebaso, del que se dice que es “Un lugar entre las montañas” (@akebasojatetxea).
Una vez escogida la localización comenzamos con la búsqueda del resto de proveedores.
Los gemelos del novio, los pendientes de la novia y un toque dulce muy especial
Mientras tanto íbamos creando la invitación. Esta debía ser hecha de manera artesanal y con materiales nobles. (Os la enseñaremos en próximos post).
Entre los numerosos detalles, hubo un guiño de complicidad inapreciable para la mayoría pero que creó una conexión especial entre ellos. Ese guiño estaba en los complementos.
La novia quería regalarle al novio los gemelos que llevaría el día de su boda. Continuando su historia, le dimos la idea de que fueran unas montañas. Le gustó mucho la idea y nos pusimos manos a la obra. No fue fácil encontrarlos. Pero… quién dijo que lo excepcional fuera fácil!
Encontramos una artesana que tenía unos preciosos pendientes con forma de montaña.
Hablamos con ella y le solicitamos la creación de los gemelos con el mismo diseño. Accedió encantada y el resultado fue espectacular (@sorayamaartinjoyas).
Así la novia pudo regalar los gemelos a su pareja el día de su cumpleaños. Pero la magia no terminaba aquí…
Quisimos poner un toque aún más dulce a la historia! Encargamos a una repostera (@verodoescake) unas galletas con el mismo diseño que los gemelos y los pendientes. Y el regalo sorpresa fue además delicioso, teníamos unas galletas con las mismas montañas!
Con los gemelos en las manos de un emocionado novio, nuestra novia supo qué pendientes debía llevar en su boda. Serían aquellos con forma de montaña que tenía la artesana en su colección y en los que se había basado para crear los gemelos. Conectándoles a los dos en ese día tan especial.
Ahora sí, el círculo estaba cerrado. La historia cobraba todo su sentido.
Una historia con final feliz
Hasta aquí una pequeña parte de la historia de nuestra pareja.
A continuación os dejamos una foto de las galletas y de los gemelos con las mismas que formaron parte del regalo del cumpleaños.
¿Os ha gustado la historia? ¿Queréis que os ayudemos a hacer realidad la vuestra? A nosotros nos encanta hacer realidad los sueños de los demás y poder plasmar sus historias en un día tan especial. ¿Creamos el vuestro?.
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